Los trabajos de excavación continúan con la retirada del nivel de escombros que en su momento selló las estructuras correspondientes a la villa tardo-antigua. En él, gracias a su meticulosa exhumación, se ha podido constatar y documentar la presencia de derrumbes de una gran estancia ya observada parcialmente en la campaña anterior. Lo más interesante de esta capa de escombros es que una parte de ellos se corresponde con los muros perimetrales, realizados con adobes enlucidos mediante una gruesa capa de cal y arena (en algunos puntos alcanza más de 10 cms. de espesor), que bascularon de forma más o menos ordenada sobre los depósitos ya acumulados sobre el suelo. Este hecho permitirá intuir al menos la altura de la sala, un dato fundamental para este tipo de construcciones generalmente saqueadas hasta los cimientos.
Como también es habitual, estos niveles producto del saqueo y destrucción de la villa se encuentran en ocasiones alterados por la presencia de enterramientos bien de época visigoda o medieval/moderno.
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