Finalizados los trabajos de excavación arqueológica. Durante este año se han llevado a cabo dos campañas sucesivas que han supuesto la apertura de unos 400 m2 de superficie. La segunda de estas campañas, iniciada a principios de septiembre, ha dado como resultado el hallazgo de un nuevo mosaico polícromo con motivos geométricos que sirve como pavimento de un pasillo situado en el lado Oeste del complejo residencial descubierto hasta el momento. A su vez, desde ese pasillo parten al menos otras dos estancias también hacia el Oeste y también decoradas con suelos de mosaicos.
Detalle del mosaico geométrico que decora el suelo del pasillo. Se observa cómo se trata de motivos polícromos, concretamente octógonos que generan cuadrados en su unión. Este mosaico se encuentra en parte afectado por la intrusión de las rejas de los arados; no hay que olvidar que estos pavimentos se encuentran a escasos 30 cms. de la superficie.
En la fotografía se observa cómo desde el pasillo hacia el Oeste surgen otras dependencias del complejo residencial también decoradas con pavimentos musivos. A la derecha, hacia el Este, se puede comprobar cómo la reja del arado ha afectado de forma importante el mosaico geométrico que cubre el pasillo.
También, como en las fases anteriores, se ha podido observar cómo el asentamiento de época bajoimperial es posteriormente aprovechado para diferentes usos. Así, se han documentado varios enterramientos de época tanto visigoda como medieval: se trata de inhumaciones enterradas en posición de decúbito supino que alteran o destruyen las estructuras correspondientes a la villa.
Diversos enterramientos, con y sin estructura de tumba, que se han documentado en esta última campaña de excavación. Se puede observar cómo en su desarrollo se asientan sobre estructuras y niveles de la villa bajoimperial.
Otros de los elementos que han sido documentados en esta fase de excavación son grandes estructuras negativas de planta circular y desarrollo cóncavo que casi con toda seguridad se correspondan con silos-vertedero de cronología plenomedieval. Estas estructuras son posteriormente amortizadas como vertederos de desperdicios domésticos, fundamentalmente cerámicas pertenecientes en su mayoría al servicio de cocina.
En la fotografía se pueden observar alguna de estas estructuras de planta circular que, como los enterramientos, seccionan elementos y niveles correspondientes al yacimiento bajoimperial.
Además de la excavación propiamente dicha, una de las tareas que más preocupan al equipo de arqueólogos es la conservación de los diferentes elementos documentados en el proceso. Así, por ejemplo, los mosaicos –que son superficies delicadas debido básicamente a las alteraciones a las que se han visto sometidas- son objeto de unos primeros auxilios que se realizan in situ para evitar su degradación de un año para otro. Así, se procede a engasar los bordes (el producto utilizado para pegar las gasas es Paraloyd) y a retirar la vegetación que se haya podido insertar entre las grietas.
En las fotografías se puede observar uno de los fallos localizados en el mosaico. En la primera, tal y como surge tras retirar el nivel que lo sella y en la segunda, cómo queda tras haber sido limpiado y engasado en sus bordes.
Finalmente, tras terminar el proceso de excavación y haber realizado las diferentes documentaciones: fotografía, planimetría, topografía, además del cuaderno de excavación, se procede a la cubrición de los restos hallados mediante una capa de geotextil sobre la que se depositan unos 20 cms. de arena lavada. En aquellas zonas en las existen pavimentos de mosaico se aumenta el nivel de arena para evitar alteraciones y que se mantengan en óptimas condiciones hasta las siguientes campañas.
Cubrición de los restos con geotextil, un tejido que protege los elementos descubiertos de la acción de los agentes atmosféricos.
Se observa cómo sobre el geotextil se añaden unos 20 cms. de arena lavada. De esta manera, los restos excavados quedan protegidos en las sucesivas campañas.