Estancias con sistema de calefacción

Se avanza en la documentación completa de las estancias que contaron en su momento con sistema de calefacción. Por una cuestión de estrategia a la hora de excavar se decidió la ampliación en 100 m2 del espacio relativo a esta campaña; así, aunque en principio se planteaba la exhumación de 200 m2, resulta necesario delimitar todo este sector, fundamental a la hora de comprender definitivamente la geometría del yacimiento bajo-imperial. En conjunto, parece que se trata de tres espacios diferenciados (con posibilidad de existir un cuarto) en donde se aprecian todavía las improntas de las pilae de ladrillos a través de las cuales circularía el aire caliente.

Al mismo tiempo que se procede a finalizar la excavación de esta zona calefactada, de la cual resta determinar si un espacio colmatado de bolsadas cenicientas corresponde con el praefurnium, se continúa con la limpieza del pavimento musivo ya mencionado en otros momentos. Con algunas zonas mejor conservadas que otras, debido por ejemplo a la intrusión de inhumaciones casi con toda seguridad de cronología alto/pleno-medieval, muestra el esquema compositivo ya observado en la campaña anterior, es decir octógonos con motivos florales en su interior dispuestos alrededor del emblema.





Labores de limpieza del pavimento musivo

La excavación arqueológica que, como se ha mencionado anteriormente, está resultando algo más complicada que en campañas anteriores debido a la dureza del terreno, sigue avanzando. El nivel de abandono, compuesto básicamente por restos latericios procedentes de la edificación bajo-imperial, ha sido eliminado prácticamente en su totalidad. Bajo él, las evidencias antrópicas halladas muestran cómo casi con toda seguridad este sector de la villa contó con sistema de calefacción; además de las estancias observadas desde un primer momento, en las que se conservan vestigios –si bien bastante arrasados- de las pilae de ladrillo a través de las que circulaba el aire caliente, se ha constatado la existencia de un sector colmatado de cenizas y adobes rubefactados. A medida que avancen los trabajos se irán comprobando todas estas evidencias.

Por otro lado, han comenzado también las labores de limpieza del pavimento musivo situado en la gran habitación localizada en la campaña anterior y no excavada en su totalidad. Como es habitual, para su limpieza se establece una zona de trabajo reducida, dejando un corte de aproximadamente 10 centímetros sobre la superficie de las teselas. La tierra se elimina de forma manual, con espátulas, y la costra de carbonato cálcico que, en mayor o menor medida aparece sobre el tapiz teselar, con lámina de bisturí. Esta operación se realiza antes de que la pérdida de humedad de la misma la haga mucho más resistente con la consiguiente afección sobre el pavimento.





Página :  1